Querido amigo, esta historia comenzó en Ica, ciudad
del Perú, donde en los años setenta frente a mi televisor en blanco y negro,
mueble de madera y perillas, conocí por primera vez a Roberto Gómez Bolaños; como
todas las tardes, después del lonche, esperaba para escuchar la musiquita que daba inicio a
la serie el “Chavo de Ocho” , tu tu tu tu tu tu tu tu tu turuturutututututu……..
Miraba los títeres animados moviéndose frente a mi, como antesala a las sorpresas
y diversión de cada capitulo; que tardes de diversión nos brindaste querido
Chespirito a mi y mis hermanas, los diarios capítulos hacían que mis tareas
escolares se posterguen para más tarde aunque tuviéramos examen.
Como extraño aquellas tardes que pido a Dios volver ha
tener el alma e inocencia de aquel niño,
aunque lejos por la distancia de tu vecindad en México, con tristeza me preguntaba
todas las tardes al verte en cada capitulo:
¿Chavo, como puedes dormir en un barril?; como te
podías resistir ante una torta de jamón cuando te preguntaba Quico ¿Chavo, quieres una torta de jamón?, ¡Sí! ¡Compra!,
respondiéndole tristemente ¡al cabo que ni quería!; o Don Ramón te decía ¿Chavo,
no puedes aguantarte el hambre por ocho minutitos?, y tu respondías que Llevabas ocho años aguantándotela, ahora ya de grande me pregunto ¿es que el
mundo no es capaz de darle a un niño un mejor lugar para vivir?; a pesar de la
pobreza, el odio y el rencor del mundo, querido amigo tu, me
enseñaste a sonreír.
Viejo amigo con alma de niño, tu alegría me explico
que todo anda bien con un zas, zas ,zas, me enseñaste a que con inocencia todo
se conquista, que con un Sale y vale puedes
arriesgarte a conquistar tus deseos,
también a prendí que no importa ser ¡probre! , pero si importa ser
honrado; si este mundo tuviera un
poquito de tu humildad, solidaridad y honradez, escucharíamos menos pi.. pi..
pi… en los niños de hoy.
Pequeño niño travieso, ni tus torpezas, ni chispoteadas,
me impidieron ahora que ya soy un hombre que
olvide, que la gente buena debe amar a sus enemigos y que a pesar de las
dificultades y problemas del mundo de hoy,
aunque existe gente que me hace mucho daño, me enseñaste a no responderles,
por que me quedo grabado lo que tu
decías en la vecindad que la
venganza nunca es buena por que mata el alma y la envenena.
También hice muchas travesuras con mi mejor amigo
Julio así como tu las hacías con Quico, siempre
escuchando las recriminaciones de
mis padres ¡tenias que ser Carlos, pareces el chavo!, reclamándome y
corrigiéndome diariamente ahora gracias a ellos aprendí ha reconocer mis errores asumiendo sus consecuencias con los coscorrones que me da la
vida, reconociendo las faltas con un ¡fue sin querer queriendo!,
pero siempre tratando de mejorar cada día, el mundo aun no me tiene paciencia,
pero gracias a ti Chespirito busco la paz en todos los días de mi vida y la
armonía con Dios que me permitan ser una mejor persona.
Me puedo imaginar hasta
ahora, cuando movías tus pies, con los
zapatos que la Chilindrina te regalo el primer día que llegaste a la
vecindad diciendo: ¡Eso, eso, eso! Me
demostraste toda tu felicidad con un ¡Si! te motivabas para hacer algo o ¡juegar! con
tus amigos, de igual manera yo crecí con
los juegos y la diversión de tus programas, poco a poco fui creciendo junto a mis hermanas, pasaron
los años, hoy en día intento darme fuerzas en cada problema que me pone la vida con un ¡Eso, Eso, Eso…¡ tengo la esperanza que las
cosas malas pasen y que el mundo mejorara.
Ahora que te vuelvo a ver recuerdo mucho parecerme a
ti, siempre con las manos sucias, evitando mientras pueda que me mojen o ir a
la ducha, siempre jugando con tierra,
con toda clase de churruminos y ensuciando por todas partes; te cuento también que vendí aguas frescas es un cajón de madera que
me presto mi mejor amigo, junto a mi hermana Mariela nos robábamos
el azúcar de casa para preparar el agua de cebada y
venderla, fue nuestro primer negocio, estábamos felices, vendíamos muchos vasos
en un taller cerca de mi vecindad, pero
pronto se acabo la ilusión cuando mama nos clausuro el negocio diciéndonos que
nosotros no necesitábamos vender, por que nosotros no éramos pobres como el
chavo, se molesto mucho y ahora pienso que nos hizo un poco de desventaja, por
que uno no debe de tener vergüenza de vender y ganarse la plata trabajando como
uno pueda; Viejo amigo con pantalón de tirantes me acompañaste tantos años, tu no
crecías y yo si, tu alegría perduraba
diariamente mientras yo me volvía mas serio y triste con los días.
Los años pasaron y estudie tanto para no ser un cerebruto,
pero también me di cuenta que estrenar el cerebro y llegar temprano a su
repartición no era tan importante si es
que no cultivaba los valores de la honradez y solidaridad con el mundo y que el
único responsable de lo que suceda en la vida es el hijo de mi padre y mi madre
que no es mi hermano.
De niño nunca tuve chiripiorcas y aspavientos, ahora
de hombre los tengo y vienen apareciendo, las dificultades, los miedos y el
estrés del mundo de hoy, los días me
piden a gritos que necesito un baldazo de
agua, para dejar los problemas de lado y volver hacer el niño travieso con
las manos sucias que siempre fui.
Siempre soñé al igual que tu en ser futbolista, me
encantaba el futbol y vivía para jugarlo en mi vecindad y aunque no le iba ni
al América ni al Chivas ni tampoco grite “Goooooooool
de Borjaaaaaa!!", sin embargo vibre al verte en el Chanfle y me enternecías
en la vecindad cuando jugabas con la
pelota de Quico pateando siempre a la portería de la puerta de tu vecindad, me provocaba mucho
jugar después de los programas , siempre lo hice pero gritando Goooooool de
Cubillaaaaas!!.,
¡Pus pus
pus! ahora ya los tiempo pasaron he crecido, la vida no es fácil, siempre
espero que no me toque el ocho o que alguien me descalabre los cachetes, siempre
preguntándome ¿Y yo qué dije? ¿Y
cómo es? ¿Y yo qué dije? mil veces, por que este mundo es difícil, pero con tu
bondad nos enseñaste a verlo mas simple.
Yo ahora
soy militar, volé aviones también me case, tuve dos hijos se llaman Sebas y
Salva, yo nunca supe más de ti desde que
te despediste de tus amigos en Acapulco, ahora me pregunto si dejaste de ser probre o si también te casaste,
quizás sea mejor así recordarte frescamente como aquel niño que todos debemos
conservar por eso te fuiste sin avisarnos pero siempre te recordaremos así
pasen 40 años mas si hubieras crecido como yo tal vez hubiera sido
diferente.
ahora Te cuento amigo, recordando tus frases,
que siempre que estamos en la cocina de mi casa, donde generalmente tengo mucho hambre, le digo a mi esposa ¿si
tiene galletas? y ella me responde riéndose ¡Que no hay galletas…!, nos reímos
mucho juntos recordándote, luego yo le
digo –felizmente no tenemos en la casa
¡….otro gaatoo!., y en el cine cuando toda la familia vemos una película mala, les digo repetidas
veces, que mejor hubiéramos ido a ver el Chanfle, mis hijos no lo entienden,
pero mi esposa sonríe, siempre recordamos tus bromas, realmente la pasamos
bien; ahora veo los animes con mi hijo Salvador
me divierto viéndote nuevamente y recordando tus manos sucias viendo las
de mi hijo mugre preguntándole ¿que tienes en las manos, están limpias? Y el me
dice -me las he lavado ayer.
El Chavo y toda la vecindad (Doña florinda, Kiko, Chilindrina,
Don Ramón, Doña Clotilde, el Profesor Jirafales, El Sr. Barriga, Jaimito y
Godínez), me divirtieron, me acompañaron, me enternecieron, me alegraron y en
algunos capítulos hasta llore, gracias a todos por su trabajo y talento, crecí con ustedes desde el primer día hasta el
ultimo capitulo, viéndolos en aquel viejo televisor de madera y perillas , nos
ayudaron a que el mundo en que nos toco
vivir sea un poco mejor de cómo ustedes
lo encontraron, al menos conmigo lo lograron y doy gracias a todos ustedes.
Esta historia no terminaría de otra manera, si no
recordamos que si todos los buenos siguiéramos a nuestro amigo Jesús, el mundo
seria un mejor lugar para vivir, y creo que la mejor frase que se te ocurrió y
que dirías para cuando El regrese, seria
¡Síganme Los Buenos!.... te aseguro Chespirito, por más equivocaciones y
errores que hayas tenido en la vida, tú
vas a estar siempre entre los buenos por tanta alegría que repartiste, nosotros
te escucharemos cantar nuevamente “Llámalo, Escúchalo, se llama amigo, llámalo,
Escúchalo se llama Jesús", Óyelo,
escúchalo, está buscando amigos. Óyelo, escúchalo, te está buscando a
ti", y como al comienzo de mi historia
esperaremos pacientes frente a nuestros viejos televisores escuchando las ultimas palabras Si quieren
saber como termina.........No dejen de ver nuestro próximo programa, por este
mismo canal y a la misma hora.